Veamos ahora un episodio de los muchos que ocurren relacionados con este tema.
Un tema denunciado hace mucho y repetidas veces: la judaización de los pueblos del mundo como proceso.
Un proceso deliberado, planificado y puesto en marcha hace siglos y que cuenta con el inestimable (e insospechado por muchos) apoyo, concurso y patrocinio de personajes, históricos y actuales, que al simple ciudadano de a pie, el lector desprevenido, el que incursiona poco en estas cuestiones, le sorprendería conocer.
Este novel blog tiene muchísimo material para publicar en adelante. Tal es la cantidad que nos gana la impaciencia. Sin embargo y para ser claros, es necesario ir despacio y en orden.
Pues bien. En ámbitos en los que hace muchos siglos (muchos más de CINCO; y para mayor seguridad diríamos que SEIS) podía asegurarse que se encontraba prácticamente INCONTAMINADA (de judaísmo, judíos y todo lo que de subversivo y disolvente se genera en derredor de esos ítems) es dable observar cosas como estas que para la inmensa mayoría de las personas tiene la categoría de NORMALIDAD.
Es precisamente lo contrario de normalidad, por supuesto, pero resulta muy difícil explicar las razones.
Judaización de los pueblos (otrora) cristianos es sinónimo de destrucción de dichos pueblos y de toda la cristiandad.
El Nacional Socialismo había tomado debida nota de esta cuestión, con mayor conciencia y comprensión de ese problema y de la "cuestión judía" incluso que la misma Iglesia Católica, que en otros tiempos había sabido tener el liderazgo en la difícil tarea de impedir la penetración judaica en Europa.
Pero veamos el artículo publicado en http://esefarad.com/?p=78781
Los destacados en negrita son nuestros. No parece necesario realizar comentarios dado la elocuencia del texto; lo poco que digamos irá en rojo.
“524 AÑOS DESPUÉS”
JULIO 3, 2017
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El burdo, judaizado y judaizante arzobispo de Palermo |
El jueves pasado, en el palacio arzobispal de Palermo, hubo un acontecimiento esperanzador y bello. Era el colofón de un hecho anterior, cuyo profundo simbolismo nacía de la reparación histórica y de la voluntad de entendimiento. En estos tiempos de gentes que matan en nombre de dioses oscuros, una noticia de esta fuerza nos recuerda que los únicos dioses posibles habitan en la luz. (de luz... si; en el sentido de Lucifer)
Los hechos cabalgan entre tres fechas: 12 de enero de 1493 y 12 de enero y 29 de junio del 2017: un periodo que abarca 524 años y que, sin embargo, no ha sido óbice para hacer justicia. Se trata de la decisión que tomó a principios de año monseñor Corrado Lorefice, arzobispo de Palermo, de ceder gratuitamente (commodato d’uso) el oratorio de Santa María del Sábado a la comunidad judía local para que pudiera instaurar, en dicho edificio, la antigua sinagoga de Palermo. Monseñor escogió el 12 de enero porque ese mismo día, cinco siglos antes, se cumplía el plazo dictado por el rey Fernando el Católico para que los judíos abandonaran Sicilia, no en vano Sicilia formaba parte de la corona catalana, confederada con la castellana por el matrimonio de Fernando con Isabel. Fue entonces cuando la Iglesia de Palermo confiscó la Gran Sinagoga de la capital siciliana, la derrocó y, sobre sus ruinas, erigió la iglesia de San Nicolás de Tolentino y el oratorio de Santa María del Sábado. Y hoy, un arzobispo católico la retorna a la comunidad judía, 524 años después. (Impresionante y muy simbólico todo. Son 500 años de un proceso de reversión, un proceso revolucionario que representa nada menos que la venganza judía. Con este resultado. Lo que hoy se conoce como Iglesia Católica, en realidad no es otra cosa que un instrumento más del judaísmo, un aparato, una secta judía)
El mismo arzobispo y, claro... rodeado por hijos de Sión
Un proverbio judío asegura que la espada apareció en este mundo debido al retraso de la justicia, y en consecuencia lógica, cuando aparece la justicia, retrocede la espada. Así ha sido con este gesto de la Iglesia católica, cuyo profundo simbolismo se asienta en tres virtudes trascendentes: la reparación de un acto injusto, el mensaje de la concordia espiritual y el triunfo de la tolerancia por encima de la arrogancia, la prepotencia y el poder. Tantos siglos después, un gesto de generosidad católica repara algo del inmenso dolor que, en nombre de la cruz, se infligió al pueblo judío.
Como todo acto bueno tiende a multiplicarse, la Fundación Raoul Wallenberg –que se concentra en premiar a “los salvadores”, tanto de vidas humanas, como de patrimonio cultural– ha concedido su medalla de honor al arzobispo Corrado, una alta distinción que nunca, antes, había recaído en un representante de la Iglesia católica. Se cierra así un círculo de buenos actos y bellas intenciones que envía un mensaje revolucionario, en tiempos de desconcierto, confrontación y desencanto: los dioses son un instrumento para el bien cuando se miran a la cara y se sonríen. Y su mensaje espiritual sólo puede calar hondo cuando se basa en la justicia. En Palermo se acaba de reparar una maldad histórica. Con ello, la cruz católica y la Maguen David se han dado la mano y han recordado lo esencial: no hay Dios posible en la intolerancia.
Pilar Rahola 02/07/2017 para La Vanguardia
La ex "ex sinagoga", y ahora ex iglesia de San Nicolás de Tolentino en Palermo,